domingo, 28 de diciembre de 2008

El adiós.

Está decidido. La mejor salida a esta crisis emocional es la de decir adiós a mi actual estilo de vida. Este ritmo de vida acelerada tiene que parar. Tengo que mirar el mapa y escoger una ruta en la que pueda disfrutar del paisaje. Ya no necesito ir a gran velocidad por la autovía.

Decir adiós significa para empezar dejar el fútbol-sala. Pierdo demasiado tiempo en algo que ya llevo ocho años de mi vida y que ha perdido mi interés. Practicaba el fútbol-sala ya por costumbre. Buscaré nuevos retos en otro deporte aún por decidir. Pero no será un deporte de equipo, mi mente está por encima de la de un grupo de gente.

En segundo lugar, decir adiós será cambiar de estudios. Este año estoy perdiendo el tiempo en las aulas. Asisto a clase y no cojo ni apuntes. No sé cómo hacer los trabajos. Ya no me interesa esta profesión, vocación para unos pocos y negocio para la mayoría.

Y por último, decir adios será el fin de amistades y forma de vida. Cansado de las mismas personas de todos los días y de los mismos sitios de todos los días, necesito probar cosas nuevas. Soy una persona reprimida y mi personalidad necesita expandirse. El cambio de hogar se producirá dentro de dos años (no se puede adelantar).


¡Suerte! Y por cierto, ¡feliz día de los Inocentes!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi queridísimo Luis,

Hasta que has dicho lo de la "vocación", ibas bien...

Un beso enorme

Ángela