Ilusión olímpica

Más que una corazonada, es una ilusión. El batacazo de Madrid 2012 sólo me sirvió para apoyar Madrid 2020. Sí, 2020. A priori, era jodido de pelotas (hablemos claro) que Madrid 2016 fuera elegida. Sin embargo, cada día que pasa tengo la ilusión olímpica de un Madrid olímpico para dentro de siete años.

La crisis beneficia a Madrid, aunque Barack Obama, no. Por mucho que Río de Janeiro y Tokyo fueran la mejor valoradas. No creo que unos Juegos Olímpicos se lleven a un país que alberga dos años antes un Mundial de fútbol. Por su parte, a la capital nipona le crece la nariz por mentirosa. Increible la idea de los japoneses de inventarse la idea de que algunas de las sedes olímpicas están construidas ya. A lo mejor, que las tengan en la mente cuenta.

Pero el miedito viene de Chicago. Ese Obama influyente, ese Estados Unidos saliendo de la crisis. Ese gran proyecto, que como consiga una fuerte financiación antes del 2 de octubre puede ser el gran problmea. Pero el 'cagómetro' también se dispara por las preguntas tipo Alberto de Mónaco hace cuatro años en Singapur...

Madrid 2016, no sean cutres en Cophenague. Lleven jamón serrano del bueno, vino del bueno, paella de la buena, marisco del bueno... vamos sobrados en el aspecto gastronómico. !Ah¡ Lleven también a Pilar Rubio y a Kira Miró, que tienen más armas para convencer a los señores del COI que los Gasol, los Raúl, losNadal, ... aunque éstos sean más famosos. Pero ahora que lo pienso, un buen solomillo de ternera con patatas fritas también triunfa.


¡Suerte!

Ser el mejor

Hablemos de fútbol. He decidido que este sea mi mejor temporada en el fútbol sala. Si bien es cierto que empecé dos semanas tarde la pretemporada y que las molestias en el abductor me están frenando la preparación, este año lo voy a poner todo para realizar una gran temporada a mis 22 años.

El inicio será lento, pero con el paso de las semanas iré a mejor. Tengo mucho margen de mejora y la confianza del año pasado en que puedo hacerlo más que bien. Este año me centraré en la preparación física. Quiero ganar fuerza en piernas y brazos y bajar el peso. Seré más fuerte y más ágil.

A medida que me vaya encontrando mejor en el aspecto físico, iré cogiendo confianza bajo los palos y mi juego mejorará. Seré un elemento importante en el equipo, con un mayor peso específico dentro del vestuario.

Mi objetivo es finalizar una gran temporada en el F. S. Ciudad de Alcorcón. Y si se gana algún título, bienvenido sea. Por algo vamos a luchar. El otro objetivo: ser una mezcla entre CR9 e Iker Casillas.


¡Suerte!

El regreso

No sé si mirar el vaso medio lleno o medio vacío. Tengo tantas razones para hacerlo tanto desde un punto de vista, como desde el otro. Si habéis llegado hasta esta línea, quizás os preguntéis el porqué de todo esto.

El verano ha sido diferente. Me encuentro en una situación estable. Las prácticas en La Gaceta de los Negocios están marchando mucho mejor de lo que pensaba cuando llegué aquí el último y de medio milagro. Sin embargo, he conseguido sentirme como uno más, en una redacción afectada por cuestiones a las que denominaremos como "externas a medias". Seguramente saldré de aquí el día 30 de septiembre, pero lo haré con la cabeza alta y con el convencimiento del trabajo bien hecho y de que puedo hacer algo en este mundillo si termino por tener la decisión obligada en un periodista.

Este verano he aprendido a valorar más las cosas, a ser más observador y a estar más atento a todo. Concretamente, a todo lo que me importa. Porque sigo pasando de muchas cosas y decidido a seguir con aquello de que estoy para disfrutar y no para llevar de la mano a todo el mundo. La vida es para los egoístas, pero siempre con amor y cariño.

Hasta aquí la posición del vaso medio lleno. Ahora cambio de lugar y miro el vaso medio vacío. Si habéis leído hasta esta línea, quizás os preguntaréis el porqué. Yo os la cuento. Es lo de siempre, el amor. Cada día más, me soy cuenta de que las mujeres me gustan demasiado. Que lo que tiene la una, no lo tiene la otra. De que son tantos frentes abiertos en este incendio que no se cuál atacar, ya me he dado cuenta. He conseguido darme cuenta de que tengo que concentrarme en un objetivo, pero sigo sin darme cuenta del nombre y apellidos de ese objetivo. Las mujeres se han convertido en fuego para mí, pero no soy capaz ni de jugar ni para quemarme, que es lo que necesito. Yo soy agua y las robo el oxígeno. No quiero apagar llamas, quiero crearlas. Señores, este es el regreso. Y vuelvo con ganas (pero, repito, sin objetivo).

¡Suerte!