sábado, 23 de mayo de 2009

Algo por lo que luchar

Dejemos ya los artículos de opinión y volvamos a lo que era el objetivo de este blog, mi vida. Finales de mayo, es la época del no parar. Los minutos cambian de formato, ahora duran 6 segundos y las horas de sueño se reducen drásticamente. Pero todo sea por algo, por aprobar los exámenes.

Sin embargo, este año (concretamente esta época del no parar) está siendo más especial que otras por dos motivos. Eso sí, son motivos de peso: ejercer de periodista y luchar por ella.

Estoy acabando cuarto de carrera, y ahora es cuando me doy cuenta de que tenía que haber buscado prácticas hace mucho tiempo, o por lo menos desde el año pasado. Pero como las máquinas del tiempo sigen sin existir, me tengo que conformar con hacer la búsqueda ahora. Lleno de ilusión, y de dudas también por el desconocimiento de como funciona esto, he mandado el currículum a un buen número de empresas. Sólo me han llamado de la Gaceta de los Negocios, con aceptables resultados, y de Telecinco, con peores resultados (aún sin confirmar). Tengo la ilusión depositada en la radio, en esa llamada de Ondacero, ya que a la SER llegué tarde. Seguiré en mi búsqueda de ejercer de periodista.

En segundo lugar, y factor fundamental de mi estado, es el de luchar por ella, por ti (si me lees); en definitiva, por Flory (para que nos quede claro). Ha sido mucho el tiempo que he tenido que esperar para conocer a alguien tan especial y que encima me quiera. El amor tenía una deuda pendiente conmigo, y él lo sabía. Ahora ha aparecido ella, y voy a darlo todo para que esto funcione y salga bien. Voy a pelear como no lo he hecho nunca, dejarme la carne en el asador va a ser poco. Aunque de Cáceres a Alcorcón haya 300 kilómetros, ya descubrimos hace una semana que no es barrera. Y además, siempre nos quedarán Peraleda de la Mata y Navatrasierra.

Vivo en una época del no parar diferente, como ya habéis podido comprobar. Luchad por las deduas que os debe la vida. En una llamada, en un click o en una mirada podéis encontrar el pago a esa deuda. Luchad por que el cubo de rubik quede bien hecho, sobre todo el lado rojo (amor).


¡Suerte!

jueves, 14 de mayo de 2009

Bolonia, ese gran plan

Ya es mayo, lo que significa que empieza la época de estudio para los universitarios. Y me tengo que acordar del famoso Plan Bolonia, porque es ahora cuando se demuestra qué sistema de enseñanza universitaria es más competitivo.

Se habla mucho del Plan Bolonia en la televisión y los periódicos, pero siempre es de manera rápida, sin que el espectador y el lector comprendan decentemente esta reforma universitaria. No se analiza a fondo.

Todo comienza el 19 de junio de 1999, cuando 29 ministros de Educación de los distintos países europeos firman la Declaración de Bolonia, que recoge los fundamentos del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). El principal objetivo fue crear un Espacio Europeo de Educación Superior competitivo y atractivo para los estudiantes y para los docentes, así como para terceros países. Los elementos primordiales son la unificación de las enseñanzas y la homologación de los títulos.

Pero hay más asuntos que están integrados en este plan de estudios, que tienen sus ventajas y sus inconvenientes.

En primer lugar, hay que destacar la falta de democratización del proceso. Profesores y alumnos protestan continuamente por la falta de debate en el momento de crear este nuevo sistema. Es decir, se quejan porque no han tenido voz en la formación y estructuración del Plan Bolonia, aun siendo los principales actores cuando éste entre en vigor. Ellos se quejan, y yo también me quejo.

A continuación, otro inconveniente es la falta de financiación europea y nacional para llevar a cabo la reforma. Las universidades avisan que no saben qué número de alumnos debe haber por clase. Además, creen que en la actualidad no se dispone de medios ni de infraestructuras suficientes para realizar un seguimiento del trabajo personal del alumno, quienes a su vez se quejan de la falta de becas y la imposición de los prestamos-renta. Son préstamos públicos que están ligados a las rentas futuras de los alumnos. Como alumno que soy, creo que la coyuntura actual no es la ideal para promover este tipo de préstamos.

Pero el apartado negativo que se lleva la palma en el sistema de educación Bolonia es sin duda la mercantilización de la universidad pública. Carlos Fernández Liria, profesor de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, deja muy clara esta crítica: “Al volcar la financiación pública en proyectos académicos que ya gozan de ‘fuentes externas’ de financiación lo que se hace lisa y llanamente es subvencionar con dinero público actividades empresariales privadas (al tiempo que se ahoga la financiación pública de actividades de interés ciudadano que no sean rentables)”.

Que las universidades públicas se pongan al interés de empresas privadas tiene dos consecuencias claras: la primera, la equiparación práctica del horario estudiantil al de un horario laboral debido al aumento de las horas lectivas para aprobar la cantidad de créditos necesarios; y segundo, la profesionalización del estudiante, es decir, se forman trabajadores a cambio de eliminar el fomento de conocimientos.

Pero como todo, esta reforma educativa tiene ventajas. La primera de ellas, y a su vez la más importante, es la movilidad del estudiante por Europa con el diploma bajo el brazo. La homologación de los títulos universitarios para todo el continente europeo permitirá a los estudiantes españoles poder trabajar en cualquier país firmante del Plan Bolonia sin ningún tipo de problema por invalidez del título universitario obtenido.

La segunda, y última, ventaja es la equiparación de los planes de estudio en los países europeos. Esto facilitará la adaptación a los universitarios que consigan una beca Erasmus e igualará, la competitividad y la formación de todos los alumnos universitarios del continente.

Espero, por el fututo de mi país y de mis descendientes, que este sistema se vaya depurando con el tiempo y que pueda sentirme orgulloso algún día de la calidad de la enseñanza universitaria y de la formación de los alumnos. Hasta que llegue ese momento, Bolonía será conocida sobre todo por su “gran” plan.
¡Suerte!