lunes, 15 de diciembre de 2008

Fin de semana mortal.

Estreno el blog un lunes en el que los párpados me pesan 5 kilos más de lo normal. Es lógico después de este fin de semana, donde las cenas, el despilfarro y las resacas fueron mortales.

Todo empezó un jueves. Cuando llegué a la puerta del salón de actos vi que los asientos eran cómodos, pero con las horas también comprobé que el día era interminable. Por fin cayó el Sol y llegó la noche, cervecitas y risas en casa de Judy y viaje al Diablito. Allí, más cerveza y más risas; y al final, "¡Camarero! ¡Unos chupitos!". Cuando salimos a la calle camino de la discoteca montamos el botellón ambulante, que consiste en mezclar todo en una botella de dos litros y beber andando.
A la puerta de la discoteca vi el fin de la noche. La hora de las listas habían pasado, y no había muchas ganas de pagar. Menos mal que se consiguieron pases. Los chicos pagamos igual, pero no nos íbamos a quedar en la calle. Ya dentro pasó de todo y nada bueno. Pero me callo que por una vez no va conmigo. A las 8 de la mañana llegué a esa cama a la que tanto quiero.

El viernes otra cenita. Ésta fue bastante light y no pasó nada que comentar, asique me voy al sábado directamente.

Las cenas con los compañeros de Ciudad de Alcorcón siempre son míticas, y esta no lo fue menos. A las 9 estába en Fuenlabrada tomando unas cervezas para ir acondicionando el estómago. Ya en el restaurante, la barra era parada obligatoria, igual que la birra que cayó. Cuando nos sentamos podimos disfrutar de jamón serrano, queso, lomo, langostinos, ensalada (somos deportistas), entrecot, tarta y contesa. Todo esto regado con buen vino al principio y mejor wiskhy al final. También disfruté con Casillas, que ,como yo, ha vuelto. El sablazo al bolsillo fue curioso, pero mereció la pena. Nos invitaron a otra copa al menos.
Como el gasto fue importante, algunos nos fuimos a un callejon con botella de wiskhy y ron en mano. Así preparamos la entrada a la plaza (de Fuenlabrada). Allí risas, risas, risas y más risas. También hubo copas y censura.
Pero lo mejor la vuelta. Aparecí en la puerta de la universidad. Sí, esa era a la churrería que nos quería llevar Rubén. Por cierto, estaba cerrada. Asique el colegui abrió el maletero y sacó unos sandwinch para desayunar.
Si creéis que la noche había acabado, que va; ahora llega lo mejor. Metrosur; parada Manuela Malasaña. El presidente y un compañero sentados en un bacon del andén. Más alante 12 policías. Nos bajamos en la siguiente parada. Al parece el pifostio se montó cuando un proyecto de segurata entrño en el vagón a desalojar a mis compañeros (que estaban haciendo la conga con los pantalones bajados) gritando "¡soy la autoridad!". Si digo carcajadas como respuesta es poco. El tiparraco se puso chulo y se encaró con uno de los entrenadores. Por supuesto ese momento había que inmortalizarlo. Pero la consecuencia fue un manotazo del 'segurata de la mochila' y la rotura de la camara. La jarana se montó más aún. Y el que gritaba que era la autoridad llamó a la autoridad de verdad. Unos 12 policías se personaron en la estación y se rieron del segurata (y de nosotros un poco también). Al final, el de la cámra en comisaria denunciando y el segurata denunciando a todos. Y los demás con el cachondeo todavía. Tengo ganas de ver esos vídeos.

Ahora viene lo chungo, que tiene nombre: d-o-m-i-n-g-o. Que duro fue. A las 12:30 partido con el Ala Oeste. Jugábamos contra los primeros, y a pesar de mi cantada, ganamos 7-1. Pero lo mejor vino por la tarde, en el partido con el Ciudad de Alcorcón. Viaje bajo una nevada a El Álamo a jugar contra los terceros. Resacón de todo el equipo y todavía con las risas de lo que había pasado al final de la noche. Partidazo lleno de emoción, aunque con bastante desequilibrio táctico. Al final. 5-8 ganamos. De poco les sirvió llorar a un árbitro que se dejaba insultar a la cara sin que sacara tarjeta a nadie de ellos. A nosotros sí, que para algo somos tontos. Por cierto, ese aficionado que hizo nos hizo un calvo cuando El Álamo empató a 5, que se coma su mierda, porque le sirvió de poco.

Hoy es lunes, y estreno blog más dormido que nunca, os iré contando mi aproximación a una Navidad de la que no tengo espíritu aún.


¡Suerte!

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