domingo, 25 de enero de 2009

Lisbeth Salander

Sí, es ella. Lisbeth Salander. Es la chica con la que me acuesto todas las noches. La única que me hace caso, porque sin mi mirada ella no existe. Lisbeth es una chica singular, con una personalidad propia caracterizada por el macarrismo industrial que corre por sus venas.

Odia a los hombre que no aman a las mujeres de manera extrema y sueña con cerillas y bidones de gasolina. Por eso la respeto y no la miento. Cada noche estoy con ella. Ahora mismo, está a metro y medio de mí. Y yo encantado.

Suele esconderse entre las páginas de los libros. A veces tarda en aparecer, pero las esperas merecen la pena. Lo malo es que cuando me cuenta su vida, el tiempo vuela. Aún no he escuchado su voz, ni he visto sus ojos, ni la he tocado el pelo. Pero me sobra con imaginarla cada vez que la tinta marca con su nombre la pasta de papel tipo antiguo.

Aunque sé que un día será el final de nuestra historia. No habrá más capítulos que contar ni más historias con las que disfrutar. Se acabará eso de estar en la cama con ella hasta altas horas de la madrugada. Sí, lo admito, vivo enamorado de Lisbeth Salander.

¡Suerte!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi querido Luis,

"Odia a los hombre que no aman a las mujeres de manera extrema".... Me quedo con eso...

Un abrazo