La opción Tzipi Livni, la menos mala.

Como si de una película se tratara, los resultados de las elecciones israelíes arrojan un mar de dudas. El partido del la ministra de Exteriores Tzipi Livni, Kadima, gana por un punto en cuanto a número de votos. El segundo puesto es para el partido Likud de Benjamín Netanyahu, que, aun teniendo menos votos, posee más opcioness de formar coalición.

El peligro de que Netanyahu gobierne está en sus posibles aliados: ultranacionalistas y ultraortodoxos. Estoy formaría un grupo ultraderechista que tendría como principal perdedor a los palestinos, ya que Netanyahu prefiere dejar al margen el conflicto árabe-israelí.

Por otro lado, si Simon Peres encarga formar Gobierno a Livni, el pueblo palestino tendría una posibilidad de encontrar la paz. Aunque no hay que olvidar que Livni dirigió los ataques contra Gaza. No obstante, la posibilidad de Livni se basa en formar coalición con el Partido Laborista y con el propio Netanyahu; es decir, gobernar con ataduras.

Por lo tanto, los comicios dejan una izquierda desestructurada y una derecha fuerte y con más posibilidades de triunfo. Aunque para los palestinos, mientras no haya nada hecho hay esperanza. Un golpe de suerte, y Livni como primera ministra, sería la única posibilidad para una Palestina libre.

¡Suerte!